En coincidencia con la Cumbre Humanitaria Mundial que se celebraba en
Estambul, se clausuraba en Túnez un congreso que consolidaba la
incipiente democracia en el país. El partido islamista Ennahda, que fue
el gran protagonista de la vida política desde la llamada primavera árabe,
decidía acatar plenamente la Constitución y convertirse en un partido
político civil. Esto significa que este partido, antaño emparentado con
los Hermanos Musulmanes, ha decidido dejar de lado toda actividad de
“vigilancia” islámica. Lástima que actitudes como esta no sean las que
más abunden.— Jesús D. Mez. Girona.
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